lunes, 8 de julio de 2013

Prologo

-Corre!- se oye una voz grave gritando.
Tres seres grandes, de piel de reptil, de un tono rojo mezclado con violeta, corren por el bosque, persiguiendo algo. De entre los arboles aparecen dos personas: un chico, alto, de piel muy pálida y ojos rojos, a su lado, una chica, no muy alta, piel morena y ojos azules. Ella, corriendo un poco más adelantada al chico, se tropieza con un tronco y cae al suelo. El chico la coge antes de que llegue a tocar el suelo, se la carga a los hombros, y desaparecen.
*          *          *
Suena una alarma. De debajo de las sabanas de una cama sale una mano que le da un golpe al reloj para parar la alarma. Al poco rato, se retiran las sabanas y de entre ellas aparece una chica de ojos azules como el cielo azul de la noche. La chica se incorpora en la cama y se frota los ojos para acabar de despertarse.
-Otra vez el mismo sueño…- susurra para ella misma.
Se levanta de la cama y mira una pequeña mesa donde esta puesta su uniforme del instituto: una camisa blanca con bandas verdes a los lados, una falda verde, unos calcetines altos blancos y unos zapatos negros. Enciende una radio que hay al lado del uniforme y se viste. Cuando esta lista, se pone frente un espejo que hay en su habitación y se peina de su manera habitual: su pelo pelirrojo oscuro suelto por detrás con dos coletas por delante.
-¡A desayunar!- grita la voz de una mujer.
La pelirroja sale de su habitación y baja las escaleras, por el camino se encuentra a su hermano, que la saluda con la mano, pero pasa de ella. Entra a la cocina, y se sienta frente a la mesa. Su madre está de espaldas a ella, acabando de preparar el desayuno, luego se da la vuelta y le deja un vaso delante.
-Buenos días- sonríe la chica.
-Buenos días, ¿cómo has dormido?- responde su madre.
-Bastante bien, aunque aun me cuesta un poco dormir… no estoy acostumbrada a esta casa ni a esta ciudad…
-Es normal, llegamos aquí hace una semana. ¿Estas lista para empezar el instituto?- pregunta su madre y se sienta frente a ella.
-Creo que si… pero no me gusta usar un uniforme ¿por que no puedo llevar ropa normal?- se queja, señalando la ropa.
-Porque ese instituto no es como el anterior, ese instituto es privado, a si que tienes que usar un uniforme- le explica su madre.
-Pero… no me gusta, también deberían contar la opinión de los alumnos en estas cosas, porque si la contaran, cosa que por lo que parece no hacen, podrían tener mas alumnos- dice la chica, con decisión.
-Si, en eso tienes razón.
-Esta niña nos sale revolucionaria- dice una voz masculina entrando a la cocina.
-Buenos días papa- dice la chica, sonriendo.
-Buenos días Alicia- responde su padre.
-Ya he acabado de desayunar, me iré ya- dice Alicia, levantándose de la silla. Deja las cosas en el fregadero, se despide de sus padres y sale de casa.
Alicia camina por las calles, escuchando música, mirando las tiendas que hay por el camino. <<Llevo más de un mes teniendo en mismo sueño, yo y un chico del cual no se nada, pero que creo que le conozco, corriendo por un bosque, huyendo de unos extraños seres parecidos a osos, pero con la piel de escamas de un tono violeta oscuro. Llega el momento en que yo me tropiezo, el me coge y desaparecemos de allí… Pero…¿Qué significa? ¿Por qué siempre tengo este sueño? ¿Sera algo de mi pasado? No lo sé… quiero descubrir la verdad, siento que mis padres me ocultan algo… Algo muy importante...>> Piensa ella. Al rato llega al instituto, entra en el momento en que suena la campana y va a su clase. Una vez el profesor la ha presentado, este le indica donde sentarse.
-Te sentaras al lado de aquel chico de allí, el de la gorra- dice su profesor, señalando a un chico de pelo castaño y ojos azules con una gorra. Alicia camina hacia él y se sienta a su lado. <<Se parece mucho al chico de mi sueño…>>

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