La clase
pasa con normalidad, pero para Alicia no. Alicia, como la han puesto al final
de la clase, se ha dormido, con la cabeza apoyada sobre una mano, de manera que
parece que esta despierta escuchando las explicaciones del profesor.
-¡Corre!- se oye un grito masculino.
Tres seres grandes, de piel de
reptil, de un tono rojo mezclado con violeta, corren por el bosque,
persiguiendo algo. De entre los arboles aparecen dos personas: un chico, alto,
de piel muy pálida y ojos rojos, a su lado, una chica, no muy alta, piel morena
y ojos azules. Ella, corriendo un poco más adelantada al chico, se tropieza con
un tronco y cae al suelo. El chico la coge antes de que llegue a tocar el
suelo, se la carga a los hombros, y desaparecen. La chica pierde el
conocimiento y cuando vuelve a despertar esta un una habitación. Una habitación
de forma hexagonal, vacía, con tan solo una cama y una mesita al lado. En el
mismo momento en que ella despierta entra el chico.
-¿Ya has despertado?- le pregunta, sentándose
en la esquina de la cama.
-Si… ¿Dónde estoy?- responde ella, frotándose
la frente.
-Esta es mi casa, aunque no vengo
mucho por aquí- explica el, con una media sonrisa pintada en la cara.
-¿Qué ha pasado?- pregunta, sin
entender nada. ¿Qué eran esos seres que les perseguían? ¿Por qué estaba ella allí?
¿Por qué ese chico estaba siempre con ella? Preguntas como esa poblaban su
mente, buscando una respuesta.
-Eso lo descubrirás mas adelante….
* * *
-Oye,
despierta, ya acabado la clase y pronto vendrá el próximo profesor- dice una
voz, sacudiendo a Alicia por los hombros ligeramente.
Alicia abre
los ojos y mira a sus espaldas. Ve a una chica bajita, de pelo largo, rubio con
las puntas pelirrojas, notablemente teñidas, de ojos verde esmeralda. La chica sonríe
y se sienta al otro lado de Alicia. Va a decir algo, pero antes de poder hablar
entra la profesora de la siguiente clase.
-Me aburro…
-susurra la chica para ella misma, pero Alicia la escucha.
-No eres la
única- sonríe, la chica se ríe.
-Por
cierto, yo soy Marta- se presenta.
-Encantada,
yo soy Alicia- responde ella.
-¿Podéis
callaros? Hay gente que intenta entender lo que explica- dice un chico, sentado
delante de las chicas, girándose sonriendo- Me llamo David- sonríe dando a
entender que lo de antes iba en broma, si no, no se habría girado.
-Los de atrás,
no habléis y prestad más atención- les dice la profesora, mirándoles fijamente.
Se callan y
prestan atención a la clase. Alicia se fija en el chico de su lado, mirando la
pared, pasando de todo. Si es el chico de su sueño, solo se parece a él físicamente,
porque psicológicamente este es un pasota que no le interesa nada. Entonces él
se gira hacia Alicia y sus miradas se cruzan. Se miran durante un rato, sin
prestar atención al tiempo y a la clase, como si solo estuvieran ellos dos.
<<Es él. Son iguales. Es el chico
de mi sueño. Pero… ¿Por qué esta aquí? ¿No será fruto de mi imaginación? ¿Esto
es real o es otro sueño? ¿Por qué ahora? ¿Por qué me lo encuentro después de
pensar que empiezo a estar loca por tener siempre el mismo sueño?>>
Piensa Alicia, mirando a los ojos del chico… la única diferencia que tienen es
eso: los ojos. El chico de su sueño tiene ojos rojos, este los tiene azules.
Pero, aun así, Alicia sabe que es él.
* * *
Pasan las
horas y se acaba el instituto, Alicia camina hacia su casa de la misma manera
en la que fue hacia el instituto, pensando en su sueño, escuchando música y
mirando las tiendas. A los diez minutos llega a su casa, pero nota algo
extraño. Cuando entra a su casa no hay nadie. Su hermano sigue en la
universidad, sale más tarde que ella, su padre estará buscando trabajo, pero… ¿Dónde
está su madre? Ella no trabaja ni quiere trabajar, a si que debería estar en
casa. La busca por toda la casa, pero no la ve, entonces decide ir a un pequeño
bosque que forma parte de la casa. Camina hasta llegar a la puerta trasera,
escucha golpes detrás de ella y se piensa si abrirla o no. Al final, coge el
pomo de la puerta con decisión y la abre. No ve nada más a parte de los árboles
y el cielo. Ella esperaba ver a alguien allí, pero no. Al final vuelve a entrar
a la casa y decide echarse una siesta para descansar un poco, ya que no ha
dormido mucho la noche anterior. Sube a su habitación y se estira sobre la
cama, al poco rato se queda dormida.
Tres seres grandes, de piel de
reptil, de un tono rojo mezclado con violeta, corren por el bosque,
persiguiendo algo. De entre los arboles aparece una chica, no muy alta, de piel
morena y ojos azules. Esta corriendo, huyendo de los seres que la persiguen,
pero se tropieza y cae al suelo. Entonces, aparece frente ella un chico que la
coge de la mano y entonces los dos desaparecen de allí. La chica pierde el
conocimiento, cuando despierta esta en una habitación, una habitación que al
principio no reconoce, pero al rato se da cuenta de que es la suya.
-¿Cómo he llegado aquí?- se
pregunta, esperando una respuesta, aun sabiendo que esta sola. Al poco rato
entra el chico que la ha salvado.
-Veo que ya estas despierta.
-Si- dice ella y le mira. Tiene el
pelo castaño claro, es más alto que ella, de ojos rojos y piel muy pálida- ¿Quién
eres?
Cuando el
chico va a responder, Alicia se despierta por un fuerte golpe proveniente del
bosque, pero no le hace caso. Lo único que piensa es que el sueño ha cambiado,
antes corrían ella y el chico por el bosque, ahora solo iba ella… ¿Qué podía haber
provocado ese cambio tan repentino? Entonces recuerda el golpe que venía del
bosque y se levanta, baja corriendo las escaleras y, cuando llega a la puerta,
escucha un grito estridente. Abre la puerta y sale a fuera. Lo único que ve son
los tres seres de su sueño. Hecha a correr hacia el bosque, pero se acuerda de que
es ahí donde sucede su sueño a sí que decide cambiarlo. Da la vuelta y entra en
su casa, nota que los seres de su sueño la persiguen a sí que sale de casa.
<<Aquí no podrán cogerme, no creo que
quieran que la gente sepa de su existencia>> piensa, pero igualmente
la siguen. Corre por calles en las que no pasa casi nadie hasta que llega a un callejón
sin salida. Alicia queda acorralada en la pared sin poder hacer nada. Pega su
cuerpo a la pared, esperando el final inminente, el momento en que lleguen a
ella y la maten. Cierra los ojos con fuerza, pero al final, ese momento nunca
llega. Escucha un alarido de dolor que sale de la boca de uno de los seres.
Alicia abre los ojos lentamente y ve a uno tirado en el suelo, muerto, y al
chico de su sueño peleando contra los otros dos. Entonces, los dos que quedan,
cambian de forma, les salen alas y se hacen bastante más grandes, con garras
muy afiladas y largas.
-¡Ayúdame!-
le dice el chico, parando un golpe con una espada que hace aparecer de la nada.
-¿Cómo?-
pregunta ella- ¡No puedo hacer nada, estoy desarmada, si pudiera hacer algo ya
lo habría hecho!
-Cierto…
Pues nada.
El chico se
aleja de los seres y entonces su cuerpo se rodea de llamas. Cuando estas se
apagan, tiene marcas arcanas en la piel y los ojos rojos, como en el sueño de Alicia.
Vuelve a acercarse a los seres, pero espera a que ellos ataquen, cosa que no
tardan en hacer: se lanzan hacia él con las garras por delante y apuntándole directamente
al corazón. El chico alza una mano y entonces les cae un rayo encima a los dos
seres, los cuales se desintegran en polvo.
-¿Qué eran
esos seres?- le pregunta Alicia, cayendo al suelo de rodillas.
-Eran
Skulls- responde el, como si eso lo aclarara todo.
-¿Qué son
los Skulls?
-Son… como
explicarlo… sencillamente y con términos que un humano pueda entender, son osos
gigantes con la piel de escamas, que usan sus garras para matar a sus presas y
tienen escamas para poder escapar de sus cazadores- explica y se acerca a ella,
le tiende una mano- vamos, levanta.
Alicia le
coge la mano y se levanta, el vuelve a la normalidad, la suelta y se da la
vuelta.
-¿Quién eres?-
le pregunta Alicia, mirándole.
-Soy Alex.
-Corrección:
¿Qué eres?
-Soy un
Ghoul.
-Y… ¿Qué son
los Ghouls?
-Son seres
como yo.
-¿Tienes intención
de explicarme algo para que me aclare?- le pregunta ella al fijarse en lo que
estaba haciendo Alex.
-No-
responde, girándose hacia ella y sonriendo- vuelve a casa, descansa un poco y
te explicare todo mañana.
-Pero…- va
a decir, pero Alex la interrumpe.
-Pero nada.
Nos vemos mañana- dice él y desaparece.
Alicia
vuelve a casa, cuando entra, se sienta en el sofá y enciende la tele, pero se
queda dormida.
Alicia y su hermano están paseando
por la nueva ciudad, el, como ya la conoce de haber estado por allí antes, le
enseña la ciudad para que ella no se pierda cuando salga sola. Llegan al
instituto de Alicia.
-Aquí es donde comenzaras a estudiar
mañana- le dice su hermano.
-No me gusta- dice ella.
-Bueno… me han dicho que es un buen
sitio para estudiar, ya te acostumbraras- sonríe él.
Llegan a la puerta del instituto.
Van a entrar, pero en su camino aparece un Skull de escamas azules que va a
atacar a su hermano, Alicia empuja a su hermano hacia una pared y se pone
frente a Skull
-¡Aléjate de él!- dice Alicia, amenazante,
dándole una patada en la cara.
-No tienes nada que hacer contra mí,
Seraphin, y lo sabes, pero por ahora te dejare en paz- dice el Skull y
desaparece.
-¿Estas bien?- le pregunta Alicia a
su hermano, este asiente.
-Voy a por ti…- susurra una voz en
la mente de Alicia,
* * *
-¡Alicia! ¡Despierta,
que acaparas sofá y no me dejas sitio!- le dice su hermano, despertándola de su
sueño.
-Pesado…-
susurra Alicia, y se levanta.
-¿Dónde vas?-
le pregunta el.
-A mi
habitación.
Alicia sube
las escaleras, pero en vez de ir a su habitación, va al desván y se sienta en
el suelo, allí su hermano no la molestaría. <<No sé si me lo imagino yo o no… pero… creo que eso es el pasado, creo que
eso paso ayer, pero no me acuerdo… ayer mi hermano me enseño la ciudad, tal y
como hacía en el sueño, llegamos al instituto y… el me dijo que al entrar me tropecé
con un escalón, me caí de espaldas y me di en la cabeza, entonces perdí el
conocimiento, pero… ¿será que pasó lo mismo que en mi sueño? Puede ser… puede
que ayer viera a ese Skull azul pero no lo recuerde porque después perdí el
conocimiento, porque se que eso paso… va, da igual>> Piensa Alicia.
Coge un libro de una estantería y empieza a leer.
-Voy a por
ti…- vuelve a susurrar la misma voz del sueño en la mente de Alicia.